Capacidad de Jorge Luis Borges de reconocer la espiritualidad en sus historias
A lo largo de la vida de Jorge Luis Borges nos brindó diferentes
confesiones acerca de sus convicciones filosóficas y de su posición religiosa, expresándolas
en sus obras: “Este brillante escritor
nos va internando en reflexiones, dudas y pensamientos filosóficos, sobre la
eternidad, la futilidad de la vida, lo inexorable del tiempo, la arbitrariedad
de la historia, o de Dios o del espacio”
A través de sus
obras nos ha expresado la fascinación que llega a tener con la separación de lo
real y lo irreal, que para él está dividido por una línea muy fina. Un ejemplo
bastante curioso está en su escrito donde se designa como borges y yo, donde el
“yo” es la persona normal y cotidiana, pero Borges es la imaginaria; haciendo
que el “yo” se haga invisible para que Borges entreteja toda su literatura. Otro ejemplo se encuentra en “El Aleph”, donde nos
habla acerca de la dualidad del cuerpo y el alma, además que en este cuento el
protagonista tiene la posibilidad de ver el universo desde todos los ángulos,
siendo una manera de restituir la ficción, que se podría considerar una
experiencia mística que Borges nunca tuvo.
Según lo que sus obras nos demuestran a él le llamaba
la atención como el mundo espiritual y el terrenal se relacionan mediante el ser
humano y cómo ellos pueden llegar a depender de esta. Puede tener
relación a que creció junto a una madre argentina perteneciente a la religión
católica, pero él no quiso hacer su primera comunión y toda su vida tuvo una
continua resistencia por el catolicismo, pero esto no le quitó la curiosidad
por el mundo espiritual ya que alrededor de sus años de vida se interesó por
variadas fuentes religiosas como: el cristianismo, el budismo y el judaísmo.


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